lunes, 25 de noviembre de 2013

Terrorismo machista

Hoy, 25 de noviembre, es el día mundial contra la violencia de género, un tema del que se habla poco y se actúa aún menos. Según el Ministerio del Interior, entre 2003 y junio de 2013 murieron 685 mujeres a causa de la violencia machista (aunque la Ministra de Sanidad prefiera llamarla "violencia en el hogar"). Teniendo en cuenta que desde junio han seguido sucediéndose asesinatos machistas, el resultado es que la violencia de género ha causado 700 muertes en una década.

Puestos a pensar en la gravedad del asunto, en la impunidad del agresor, en que en España se tramitan unas 140.000 denuncias anuales (que se dice pronto, especialmente si se tiene en cuenta que este número ha descendido por, según juristas especializados, la falta de voluntad de los jueces en aplicar la ley), merece la pena detenerse a reflexionar acerca de la importancia -o irrelevancia- informativa que la violencia machista genera para el periodismo en España, especialmente cuando el fervor vengativo y el ansia de demonizar culpables se ceba tantísimo en otras parcelas sociales.

Para evitar la etiqueta de demagogia, hay que comenzar con la definición que la Real Academia de la Lengua Española ofrece de terrorismo: "1. Dominación por el terror. 2. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror." Así pues, es absolutamente loable afirmar que una mujer maltratada es presa de un terrorista, con la diferencia de que una bomba (por ejemplo) explota una sola vez, pero el maltrato se reitera a lo largo del tiempo y el terror se encuentra dentro de las fronteras del hogar.

Teniendo en cuenta el despliegue informativo que tuvo hace apenas un mes la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, según la cual la Doctrina Parot atentaría contra los derechos humanos de los presos etarras, y teniendo en cuenta el revuelo mediático y la indignación que tal sentencia ocasionó en gran parte de la sociedad española, quizás habría que detenerse en las cifras:
- ETA: 829 asesinatos en 53 años.
- Violencia machista: 700 muertes en 10 años.

Los números hablan solos: ETA mató una media de 16 personas al año; los maltratadores matan unas 70 mujeres al año, es decir, la violencia machista es un tipo de terrorismo un 437% más mortal que ETA. Así pues, es hora de empezar a exigir la relevancia mediática que la violencia de género merece y de empezar a tratar a los maltratadores como lo que son: terroristas afectivos.

No hace falta fabricar bombas para infundir terror, no hace falta estar organizado para ser terrorista y no hace falta tener una ideología definida para hacer apología de la violencia. Llamemos a las cosas por su nombre y reivindiquemos el cumplimiento pleno de la jurisprudencia, ya que en el momento en que el maltratador cuenta con la benevolencia del Estado, la violencia machista se convierte, en parte, en terrorismo de Estado.

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