viernes, 26 de septiembre de 2014

¡ME MUDO!

A partir de ahora, y esperemos que con más asiduidad, estaré escribiendo en lalechugademinerva.com. Al fin el nombre del blog se corresponderá con la dirección del blog ;)

Os espero a todos.


lunes, 2 de junio de 2014

¿República o monarquía? Desmitificar los fantasmas

El rey, Juan Carlos I de Borbón, ha abdicado esta mañana cediendo el trono a su hijo, quien será Felipe VI de España. El revuelo ha sido inminente, y no es para menos. Desde las filas conservadoras se enaltece la decisión del monarca porque supone la regeneración de la institución monárquica. Desde las filas progresistas se hace un llamamiento a la sociedad civil para exigir un referéndum que decida el futuro de una institución que consideran anacrónica y poco democrática. 

Ojo porque el matiz es importante. La izquierda no está pidiendo una república, está pidiendo que la ciudadanía decida si quiere que la monarquía parlamentaria siga siendo la forma de Gobierno o no. Eso se llama democracia. Lo que no es democracia es que un dictador diga que a su muerte Juan Carlos será rey, y eso siente las bases de nuestro actual sistema político. Lo que no es democracia es que la regeneración de la jefatura del Estado se establezca por lazos sanguíneos. Lo que no es democracia es que un jefe de Estado obre de forma ignominiosa y toda la responsabilidad pública se exima con un "lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir". Lo que no es democracia, en definitiva, es negar al pueblo su derecho a decidir.

En el enconado debate entre monarquía y república hay muchísimos mitos que, en su mayoría, fueron creados durante el franquismo para legitimar el régimen (no olvidemos que la II República española se instauró de forma pacífica tras la aplastante victoria de los partidos republicanos en las elecciones municipales de 1931, y que el franquismo se instauró tras un golpe de Estado que devino en 3 años de guerra civil). En el enconado debate entre monarquía y república, hay mucha gente que defiende esos mitos sin prestar la más mínima atención al rigor histórico o a los datos, pero no olvidemos que algunas refutaciones a esos mitos no son opiniones, sino certezas y realidades. En fin, por todos es sabido que la ignorancia es la madre del atrevimiento.

Definiciones de monarquía y república según la RAE:

-Monarquía: 1. Estado regido por un monarca. 2. Forma de gobierno en que el poder supremo corresponde con carácter vitalicio a un príncipe, designado generalmente según orden hereditario y a veces por elección.
[ACLARACIÓN: en España la designación corresponde al orden hereditario, no a la elección -democrática-].

-República: 1. Organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento para un periodo determinado. 2. En algunos países, régimen no monárquico.
[ACLARACIÓN: En las definiciones de la RAE no aparece por ningún lado que sea un régimen comunista, ni socialista, ni judeo-masónico, ni estalinista, ni heredero de Satán).

De lo anterior se deduce que la gran diferencia entre una monarquía y una república es el carácter electivo del jefe de Estado y la duración de su mandato. Es decir, que si Felipe de Borbón es, como dice su padre, el candidato mejor preparado, en caso de existir una república podría presentarse a las elecciones para la Jefatura del Estado y ser elegido de forma democrática.

¿Ha sido la república un sistema fracasado en España?

Los defensores de la monarquía siempre han aducido que la experiencia republicana en España ha sido, cuando menos, desoladora. Es cierto, pero hay que atender a las causas. La I República Española vio su fin por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto, y la II República Española vio su fin por el pronunciamiento militar -que devino en guerra civil- que llevaron a cabo generales africanistas como Emilio Mola y Francisco Franco. 

Es decir, las repúblicas españolas no triunfaron porque los militares tomaron las armas y el poder mucho antes de que los sistemas republicanos pudieran afianzarse (la Primera República no llegó a durar dos años, y la Segunda no llegó a durar seis). No es que la república fracasara, sino que en España, cuando se dota de poder al pueblo, la oligarquía se lo arrebata por la fuerza.

¿Es la república una alternativa utópica o irreal?

La respuesta a esta pregunta se me antoja absurda. Solo hace falta mirar a nuestro alrededor para ver que una república es una forma de organización del Estado perfectamente factible y, en muchos casos, exitosa. Alemania es una república, y Austria, y Estados Unidos, y Finlandia, y Francia, y Suiza, y un largo etcétera.

El éxito de un país no radica en la forma de gobierno, sino en la efectividad de sus leyes, el potencial de su economía y la realidad de su democracia. Y en este punto hay que admitir que, en cierta medida, la estructura política es meramente una herramienta, y no un fin en sí mismo.

¿Es la república más cara que la monarquía?

He aquí mi tópico favorito, supongo que porque está alimentado por unos medios de comunicación embusteros y poco responsables. Para 2014 el presupuesto de la Casa Real ha supuesto unos 7,7 millones de euros al erario público, casi un 2% menos que en 2013. Esta cifra es realmente exigua si se compara con los 103 millones de euros que cuesta la república en Francia, o con los 228 millones que cuesta la república en Italia. Sin embargo, esta cifra está totalmente falseada, ya que la partida para la Casa Real no es la única que se dirige al mantenimiento de la monarquía española.

Por ejemplo, en 2012 se destinaron 8,42 millones de euros como asignación directa a la Casa Real. Parece poco, pero porque esa partida no registra los 15 millones que asigna el Ministerio de Presidencia a los servicios a la Corona y actos del Estado, o los 34 millones destinados a la conservación de palacios y jardines afectados al uso de la familia real, o los -según estimaciones de los últimos 5 años-  41 millones que cuesta mantener los yates, coches y otros bienes en usufructo de la familia real, o los 80 millones que le cuesta la Guardia Real al Ministerio de Defensa, o los 42 millones que le cuesta al Ministerio del Interior la seguridad de la Casa Real y su entorno, o los 28 millones para el Parque Móvil del Estado que derivan del Ministerio de Hacienda... 

En total, una estimación que ronda los 561 millones de euros. ¡Éso sí que es caro en comparación con los 8 millones de euros que nos quieren hacer creer que cuesta la monarquía! 

¿Conclusión?

Aquí solo ofrezco datos y cifras, pero cada cual es dueño de hacer la lectura que considere más oportuna. No voy a entrar a valorar qué es mejor, si una república o una monarquía parlamentaria, pues la opinión es libre y las motivaciones que conducen los diferentes criterios se me antojan loables, siempre y cuando estén en consonancia con la verdad. Así pues, que cada cual elija su parecer, pero basta ya de vender humo y desenterrar fantasmas, porque una cosa es que nos traten como a tontos, y otra muy diferente que lo seamos.

¿Monárquico o republicano? Al final es lo de menos, lo importante en la elección política es que el atrevimiento no esté fundado en la ignorancia, porque entonces nos convertimos en siervos de nuestros propios descuidos, y la confusión nunca es buen camino para alcanzar la elección adecuada.


miércoles, 21 de mayo de 2014

Reflexiones antes de votar en las elecciones europeas

Hace tiempo que se viene hablando de la desafección ciudadana hacia la clase política, y es especialmente llamativo el nivel de abstención que se espera obtener en las elecciones europeas del próximo domingo, 25 de mayo de 2014. Entre corruptelas, escándalos, desinformación, abusos y arbitrariedades, tal situación puede parecer lógica; sin embargo, me pregunto hasta qué punto es lógico que nosotros, los ciudadanos, seamos tan necios de aceptar de una forma tan pasiva las corruptelas, los escándalos, la desinformación, los abusos y las arbitrariedades.

Que el sistema está podrido es algo muy fácil de explicar: un Estado se construye a través de sus leyes, las leyes son redactadas por los políticos en el parlamento, si el Estado no funciona porque los políticos no tienen voluntad de cambiar las leyes (básicamente porque salen beneficiados) y nosotros nos empeñamos en seguir votándoles, o en no votar, las situación no solo no cambia, sino que se retroalimenta. Así pues, parece lógico que el remedio para un sistema podrido sea la búsqueda de alternativas. Sin embargo, los partidos mayoritarios, y los partidos mayoritarios dentro de los minoritarios, siguen empeñados en que no hay que "tirar el voto", simplemente para que la ciudadanía crea que no existen alternativas y ellos puedan seguir manteniendo su status quo.

Evidentemente, no voy a hacer apología de ningún partido político, ni siquiera de ninguna orientación política, pero sí voy a hacer un llamamiento a la reflexión antes de acudir las urnas. ¿Qué prefieres, "tirar tu voto" o regalárselo a alguien que, aunque salga victorioso, no se lo merezca? Ya que en el mundo de la política hay demasiada desvergüenza, deberíamos comenzar a poner un poquito de dignidad dentro de las elecciones. No olvidemos que se supone que esto es una democracia, y si realmente creemos en la democracia apostemos por ella, y no por la hipocresía de los partidos mayoritarios.

- Partido Popular: el candidato Arias Cañete dijo, al PERDER UN DEBATE con una mujer, que si el hombre demuestra "superioridad intelectual o la que sea" da una impresión "machista" ante una "mujer indefensa". Me pregunto por qué, entonces, la Secretaria General del PP es una mujer (Cospedal), o por qué la Vicepresidencia del Gobierno -es decir, el puesto con mayor peso político- lo ostenta una mujer (Sáenz de Santamaría), o por qué cada vez que hay que hacer declaraciones comprometidas Rajoy se esconde y manda a Soraya que las haga. En términos más generales, del PP prefiero abstenerme.

- Partido Socialista: la candidata Elena Valenciano dijo, tras las desafortunadas declaraciones de Arias Cañete, que habría ganado el debate "aunque fuera telefonista". Me parece hasta cómico encabezar la lista de un partido que se hace llamar "socialista" y "obrero" y hablar en términos tan sumamente clasistas. Respecto a la política que el PSOE ha llevado a cabo cuando ha gobernado, mejor no hacer comentarios.

- UPyD: este partido, que en su propio título reza "democracia", rechazó junto al PP la petición en el Congreso de que los recortes fueran sometidos a referéndum.  Este partido, que en su propio título reza "progreso", fue el único que no plantó al PP en las negociaciones de la deficiente ley de transparencia. Este partido, que en su propio título reza "unión", cree que hay que "recuperar España para los españoles"; eso sí, para los españoles de habla española, porque quiere eliminar la protección del resto de lenguas en la Constitución, como si las libertad de expresarse en el idioma nativo -y existente desde hace siglos- no fuera un derecho.

- Izquierda Unida: este partido, más allá de la paradoja que implica su nombre (¿unida?), declaró antes de las elecciones de 2011 que el debate electoral PP-PSOE era una imposición del bipartidismo. El voto de la izquierda para estas elecciones europeas podría estar muy fragmentado, debido a la aparición de partidos y coaliciones como Partido X, Podemos o Movimiento Red; e Izquierda Unida ha cuestionado ante la Junta Electoral si algunos cabeza de partido pueden seguir siendo tertulianos durante la campaña.

- CiU y PNV: Ambos partidos son regionalistas, el primero de Cataluña y el segundo de País Vasco. Pese a que tanto uno como otro abanderan el nacionalismo como buque insignia de su ideología, no han dudado en apoyar al partido mayoritario más centralista de España cuando a cambio han recibido cotas de poder (como ejemplo más destacado: la primera legislatura de José Mª Aznar; como ejemplo más reciente: el apoyo de CiU a Rajoy en temas como la reforma laboral, o el pacto secreto entre Urkullu y Rajoy para la gobernabilidad recíproca).


Una vez expuesta una pequeña lista de detalles que dejan ver el modus operandi de nuestros grandes partidos políticos, la inconsistencia de sus idearios y la volatilidad de sus programas, que cada uno tome las decisiones que quiera. Sin embargo, diré que, aunque la experiencia ha dado en muchas ocasiones la razón al "son todos iguales", quizás ha llegado el momento de buscar alternativas, quizás ha llegado el momento de las nuevas oportunidades, quizás ha llegado el momento de no legitimar la mala praxis con nuestros votos por el simple miedo de no "tirar el voto".

miércoles, 14 de mayo de 2014

Politización mediática del asesinato de Isabel Carrasco

Por todos es sabida la labor que ejercen los medios de comunicación en la conformación de la opinión pública; y, quizás no por todos pero sí por unos pocos, es sabido el oportunismo político que se desata de las tragedias para buscar ventajas electorales. Si, además, estamos en campaña, el oportunismo electoral puede no tener límites. Supongo que es a partir de ahí donde los ciudadanos debemos precisar nuestra mirada crítica para evitar que nos tomen el pelo. Comencemos por los hechos:

- El lunes, 12 de mayo, es tiroteada en plena calle Isabel Carrasco, que además de presidenta de la Diputación de León, concejala del Ayuntamiento de León y consejera de Caja España, cuenta con un abanico de cargos que alcanza los trece -incluyendo los sectores público y privado-.
- Poco tiempo después, son detenidas Monserrat Triana y su madre como principales sospechosas del asesinato. Como móvil del crimen se barajan, principalmente, antipatías personales entre Carrasco y Triana, y hay que destacar la afiliación al Partido Popular de la principal sospechosa.
- El Partido Popular suspende los actos de campaña previstos para esa tarde. El PSOE hace lo propio, y se van sumando a esta decisión el resto de partidos a excepción de Bildu, BNG y Podemos.
- Se suceden las alusiones a Isabel Carrasco en las redes sociales, especialmente en Twitter. La gama de comentarios es del todo variada: desde condolencias hasta chistes, pasando por injurias, loas, pésames, mofas e intentos de relacionar el asesinato con diversas causas, entre ellas los escraches
- El martes, 13 de mayo, el Ministerio de Interior ordena a la Policía investigar los "bochornosos" mensajes en Twitter sobre el asesinato de Carrasco. 
- Ese mismo día, la madre de Monserrat Triana confiesa la autoría del crimen y declara a los investigadores que había asesinado a Isabel Carrasco por una "inquina personal".

A partir de los datos, es interesante detenerse en el seguimiento que se ha hecho del caso, así como en las respuestas que políticos, periodistas, personalidades y medios de comunicación han ido dando a tenor de los acontecimientos, todo ello teniendo en cuenta que nos encontramos en campaña electoral y que cualquier paso en falso podría ser decisivo.

Voy a comenzar tratando el hecho de que Interior vaya a investigar los mensajes injuriosos en Twitter por si fueran constitutivos de delito. Según la RAE, una injuria es "delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación". Recuerdo cuando murió Manuel Fraga, y recuerdo cuando murió Santiago Carrillo, y en Twitter no se han escrito burradas mayores para Isabel Carrasco de las que se dedicaron a  sendos nonagenarios. Así pues, y como valoración absolutamente personal, parece que al Partido Popular le importa más el prestigio de los políticos de segunda generación que el prestigio de los "padres de la democracia". Eso, o que ni Fraga ni Carrillo murieron en campaña electoral -asumiendo que las injurias a Carrillo pudieran parecerle molestas al Partido Popular, que quién sabe-.

A partir de aquí, hay que tener en cuenta que Policía y Guardia Civil, a instancias del Ministerio del Interior, buscarán "apología de delitos" rastreando la red social. En primer lugar, la investigación prospectiva (es decir, la "caza de brujas") está prohibida según el ordenamiento jurídico español -hay que dejar claro que este tipo de prácticas son más comunes en sistemas dictatoriales que en "democracias consolidadas"-. En segundo lugar, para investigar el delito de injurias y calumnias con publicidad, es requisito sine qua non que sea el ofendido quien presente querella. A mí me valen estos dos motivos para considerar abusiva la pretensión de Interior, pero Isabel Elbal, abogada especialista en Derecho penal, expone más fundamentos jurídicos que recelan de su legalidad en el artículo "Pescando en Twitter".

Una vez puesta en duda la legitimidad que pueda tener el Ministerio del Interior para emprender medidas legales contra los comentarios ofensivos en Twitter, me gustaría analizar el tratamiento que diversos políticos y periodistas afines al Partido Popular están haciendo respecto al tema, para lo cual conviene recalcar que, en todo momento, el principal móvil que se ha barajado respecto al crimen-y que posteriormente la madre de Monserrat Triana ha confirmado- es la enemistad personal entre la asesinada y las homicidas.

- Isabel San Sebastián tuiteó el martes: "El asesinato de Isabel Carrasco NO ES una venganza personal, sino vinculada al cargo. Quienes defienden los escraches que tomen nota!". Además, la periodista se ha negado a pedir disculpas por sus declaraciones en la red social. 
- Salvador Sostres, en su columna en el diario El Mundo, atacó directamente a Ada Colau como simiente del acto criminal, aduciendo que los escraches son el caldo de cultivo para los disparos. Me gustaría señalar que la PAH tenía previsto un escrache en L´Hospitalet contra Luis de Guindos el mismo día del asesinato, pero lo desconvocó "por respeto a la muerte de Isabel Carrasco".
- José Carlos Rodríguez, en el artículo "Las compuertas del Rencor" en el periódico La Gaceta, reza en la entradilla: "Isabel Carrasco era del PP. Era de derechas. Es suficiente". Cabe destacar que en el escrito se trata de soslayo -y en el último párrafo- que el móvil del crimen fue una querella personal, pero en ningún momento aparece que la principal sospechosa también era del PP y, por tanto, de derechas.
Ana Botella tildó de "lamentable" que Bildu, BNG y Podemos no suspendieran la campaña electoral tras el asesinato de Isabel Carrasco; de hecho, declaró que "también deberían haber suspendido la campaña electoral como respeto a algo que ha ocurrido que es lo suficientemente peligroso como para hacer una reflexión". Supongo que Botella califica el crimen de peligroso porque, al dedicarse ella también a la política, siente el miedo en sus propias carnes. Supongo, también, que para Ana Botella merece más respeto la vida de Isabel Carrasco que la vida de las cinco adolescentes que murieron en la tragedia del Madrid Arena -recordemos que la alcaldesa decidió marcharse de vacaciones a un spa de lujo en Portugal tras la desgracia-.
- Luis Salom, responsable de redes sociales del PP en Valencia, señaló a una viñeta de El Jueves de mayo de 2012 como germen del asesinato. En la publicación satírica se criticaba a Isabel Carrasco por haber dicho que "la población está encantada con el copago farmacéutico".

Una vez expuestos los hechos objetivos, y una vez expuestas algunas de las declaraciones, conviene detenerse en la causa de las mismas. Parece estar claro que el motivo del asesinato es puramente particular (el brazo ejecutor del crimen así lo ha confesado), que se trata de una venganza personal que diversos medios se encargan de politizar para deslegitimar la libertad de expresión -de izquierdas- y la protesta ciudadana y que, en campaña electoral, este tipo de infortunios se presentan como oportunidades políticas. Sin embargo, la realidad demuestra que ni los escraches tienen que ver, ni El Jueves tiene que ver, ni la política tiene que ver (¡Monserrat Triana también es afiliada del Partido Popular!).

Es en este punto donde el poder de los medios más me preocupa. Pienso en las personas que no tienen capacidad de contrastar la información que les llega, y me aterra pensar que el fundamento para sus votos en las elecciones europeas pueda ser la tergiversación mediática que se está llevando a cabo. Pienso en Ada Colau, y me entristece que un estandarte de la movilización -¡pacífica!- ciudadana sea comparada con una asesina. Pienso en los movimientos sociales, y en cómo cualquier excusa, incluso las rencillas entre miembros del PP, son utilizadas para criminalizarlos. Y, especialmente, pienso en todas las declaraciones injuriosas que el entorno del Partido Popular está vertiendo sobre los escraches, sobre los usuarios de Twitter, sobre la protesta ciudadana y, en definitiva, sobre todo lo que no le es afín. ¿Por qué el Ministerio del Interior no emprende medidas legales contra ellos? Porque recordemos que, aunque formado por miembros del PP, el Ministerio del Interior no es un organismo al servicio de un partido, sino de todos los españoles.

martes, 13 de mayo de 2014

En una democracia real, la muerte es muerte y no se justifica

Desde que asesinasen ayer a Isabel Carrasco, los comentarios que se leen por las redes sociales son de muy amplio espectro. Desde luego, no me alegro de la muerte de nadie, pero argüir que matar no es solución de nada en un sistema democrático se me antoja bastante populista.

Cuando una persona se mete en política sabe que, inevitablemente, su seguridad personal corre más peligro que si trabajase en otro sector. Si no, no existirían los escoltas. Si además se está dentro de la política ocupando diversos cargos, y esos cargos se compatibilizan con otros diversos cargos en la empresa privada (incluyendo la banca), resulta lógico que la inseguridad personal se multiplique. Igual es triste, pero es una realidad.

Lo que me resulta realmente deleznable es que se ponga el nombre de la democracia para defender que la violencia no es el camino de nada. ¿De qué democracia habláis?

En la "democracia" que nos ha tocado vivir, diversos organismos internacionales, ONG´s e incluso el Tribunal de Estrasburgo han dado un toque a España por la violación sistemática de los Derechos Humanos que ejercen las fuerzas de seguridad del Estado, y el Estado como quien oye llover.

En la "democracia" que nos ha tocado vivir, los indultos recaen, esencialmente, en banqueros, corruptos, estafadores y conductores borrachos que asesinan inocentes; y no, por ejemplo, en madres enajenadas que matan al violador que destrozó la vida de su hija.

En la "democracia" que nos ha tocado vivir (que según la alabada Constitución Española es un "Estado SOCIAL y democrático de Derecho"), el Estado permite que haya más de 3 millones de viviendas vacías y se ejecuten casi 200 desahucios diarios.

En la "democracia" que nos ha tocado vivir, es más probable ir a la cárcel por robar en un supermercado que por estafar 16 millones al erario público (ahí está Urdangarín, y aunque sobre la infanta Cristina existan sobradas pruebas que demuestran su implicación, al Fiscal General del Estado, repito, al FISCAL GENERAL DEL ESTADO, le parece aberrante imputarla).

En fin, que la muerte es muerte, y nunca se justifica... Pero basta ya de poner el nombre de una democracia que no existe para condenar este crimen. ¿Qué hubiera pasado si a Isabel Carrasco, en lugar de una opositora política (o como se quiera considerar a Monserrat Triana, la principal acusada), se la hubiera cargado su marido de una paliza? ¿Se hablaría tanto de democracia? Porque os recuerdo que la muerte es muerte, y nunca se justifica

viernes, 24 de enero de 2014

La cultura es solo para ricos

El Gobierno ha anunciado hoy, tras el Consejo de  Ministros, que pretende reducir el IVA del arte del 21% al 10%. Según esta declaración, parece abrirse un horizonte nuevo en las relaciones del Gobierno con el mundo de la cultura, aunque con el Partido Popular toda precaución es poca y cualquier valoración, a priori, ha de ser comedida.

En primer lugar, hay que remontarse al 1 de septiembre de 2012, día en que entró en vigor la subida de diferentes tipos de IVA a cargo del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Por un lado, conviene tener en cuenta que se trata del mismo Gobierno en la misma legislatura el que incrementó el IVA y hoy pretende reducirlo; por otro lado, que no solo se subió el IVA sobre el arte, sino también sobre otras parcelas de la cultura que devinieron en un aumento del precio de cualquier tipo de artículo cultural y de las entradas a cualquier tipo de espectáculo (los museos se libraron, pero no por benevolencia del Gobierno, sino porque están exentos del IVA por ley).

En segundo lugar, hay que matizar qué es lo que se entiende por arte. Según la concepción actual, heredera del Renacimiento, existen siete tipos de artes: pintura, escultura, arquitectura, música, poesía (literatura), danza y cine. Ahora bien, ¿a qué se refiere el Gobierno con arte cuando habla de reducir el IVA? Nada más y nada menos que a las obras que son transferibles; es decir, el Gobierno reducirá el IVA de la compra-venta de obras de arte.

En tercer lugar, hay que tener cuenta lo insultante de la actitud del Gobierno, que ahora se percata, en palabras de Sáenz de Santamaría, de que "tendremos que adoptar medidas para la promoción de la cultura en España y hemos decidido anticipar una de ellas". El Ejecutivo podría haber deducido las entradas para el cine o el teatro, el precio de los libros o los CD´s, los servicios prestados por artistas personas físicas, o incluso las entradas para espectáculos deportivos; pero no, el Ejecutivo ha decidido reducir el IVA de las transacciones de objetos de arte.

Por supuesto, los galeristas y coleccionistas están henchidos de alegría: una reducción de impuestos siempre significa un empuje del mercado, aunque hay que reconocer que es una lástima que el cine y el teatro, por ejemplo, se hayan quedado fuera. No deja de ser irónico que el Gobierno crea que debe adoptar medidas para promocionar la cultura en España (un país definido como "ignorante" e "inculto" por gran parte de sus intelectuales), y la única cultura que decida promocionar sea la de los ricos. Sinceramente, no sé cuántos de los 6 millones de parados o de los 7,5 millones de nimileuristas (¡ojo!, ni siquiera mileuristas) pueden estar interesados en comprar alguna obra de arte, pero me da la impresión de que la cultura se potenciaría mucho más haciendo asequible para estas personas productos culturales menos ambiciosos que una escultura de Manuel García Calderón.

Si en un país sumido en una profunda crisis económica se pretende impulsar la cultura rebajando los impuestos de los productos culturales que consume un perfil poblacional adinerado, y si el Gobierno, además, se atreve a declarar que es una acción cuyo único fin es potenciar la cultura (como si deducir las obras de arte no fuera un guiño a aquellos que pueden adquirir obras de arte, es decir, a sus amiguitos, a los dueños de España) y no nos sentimos realmente insultados, es que definitivamente somos un país de incultos e ignorantes. De todas formas, estemos tranquilos, a este paso puede que no nos rebajen el precio de los libros, los CD´s, el cine o el teatro, pero seguro que en algún momento el Partido Popular seguirá un orden lógico de actuación, y acabarán rebajando el IVA de los espectáculos taurinos, una parte cultural por la que el Gobierno sí está realmente preocupado.